Cortejo en la catedral II. Agua Apollinaris

George Kreuzberg, trabajó en la tienda de vinos de su padre, más tarde se convirtió en propietario de muchos viñedos. Para la década de 1850 era muy conocido en la región y tenía una muy buena posición.  En una subasta compró una parcela  en la que se encontraban terrenos de pasto para ganado y unos viñedos, en la localidad alemana de Bad Neuenahr-Ahrveiler por 15 táleros, antigua moneda alemana de plata. 

Augusta de Sajonia, esposa de Guillermo I. Wikipedia

Pretendía producir vino, pero las viñas plantadas en esta tierra no crecían como debían. Realizó un sondeo con el profesor de geología de Bonn, Karl Gustav Bischof. Descubrieron que la tierra tenía demasiada acidez y a 15m de porfundidad localizaron un pozo en el que nacía agua mineral, era un manantial de agua rica en ácido carbónico liberado al enfriarse una capa subterránea inferior de magma. En la misma zona ya existía la conocida fuente de Heppinger.

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En 1852 decidió construir una planta embotelladora, cambio el vino por el agua. Como estaba cerca de una pequeña capillita en las que había una imagen, en este caso de San Apolinar y éste es un santo protector del vino, decidio ponerle ese mismo nombre al manantial y a su agua. Poco después el agua se comercializaba en jarras de barro, en los años siguientes se convirtió en un negocio prospero y floreciente. En 1857 Fundó un balneario, algo muy de moda en esa época y a finales de siglo XIX en toda Europa. Se llamó Aktiengesellschaft Bad Neuenahr. El 28 de Julio de 1858, Augusta, la esposa del que sería el Emperador alemán Guillermo I inauguró las instalaciones.

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El 24 de Diciembre de 1873 George Kreuzberg, muere a los 77 años. Un año después el alemán afincado en Londres Eduard Steinkopff obtiene los derechos para importar el agua en algunos países. En 1878 asumío todo el negocio de la empresa Apollinaris Ltd que ya tenía la sede en Londres. En 1895 registró como marca el logo, un triangulo rojo, y el eslogán "Queen of Table Water" (La Reina de las aguas de mesa). En el 1900 alcanzó  unas ventas de 40 millones de botellas, el 90% se exportaba por todo el mundo, obtuvó grandes beneficios. 

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Desde mediados de la década de 1930 hasta 1945 el manantial estuvo controlado por una división de la SS Wirtschafts-Verwaltungshauptamt, se encargaba de la industria alimentaria nazi. Pasó lo mismo con las aguas minerales de Sudetenquell y Mattoni. En 1945 más de 500 empresas en Alemania dependían de las SS- WVHA. En 1956 la empresa cervecera Dortmunder, Schulthei & Braurei compró Apollinaris y en 1991 se fusionó con Schweppes. En 2006 la compró Coca Cola a Cadbury Schweppes.  Hoy existe un Spa.

 

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A finales del S XIX y principios del XX el agua es tan famosa que el agua Apollinaris se menciona en numerosas obras de la época, aparte de en Cortejo en la catedral. Algunas de las más destacadas:

"el vagón parece estar pavimentado de botellas de Apollinaris y limones... Tan seguro como se calienta y se llena de polvo y se llena de polvo, y empezamos a recordar que tenemos sed, se oye un tintineo y aparece Bayard con una bandeja, -limonada helada, por favor, hecha con agua de Apollinaris con fresas flotando encima" Trébol, Susan Coolidge (susan Chauncey Woolsey)

 Artur Conan Doyle en El mundo Perdido (1912) "Cenamos y acampamos al borde del acantilado, apagando nuestra sed con dos botellas de Apollinaris, que estabn en una de las cajas" 

 Otros autores que también la citan en sus obras: Bernard Shaw, en Casa de viudos; Henry James, Lo que Maisie sabía (1897); James Joyce, en uno de los relatos cortos de la colección Dublineses (1914); Jose María Eça de Queirós en La capital (1925)