Mary Elizabeth Braddon

El abrazo frío es un relato de fantasmas con un marcado estilo gótico, pasa del amor al terror de forma magistral. Su autora fue Mary Elizabeth Braddon una escritora londinense muy conocida en la época victoriana, hoy sería algo así como una escritora de best sellers. Autora de una gran cantidad de obras, aproximadamente, 90 novelas, 150 relatos, 9 obras de teatro y también poesía, todo esto le permitió vivir de forma acomodada. Fundó una revista literaria: "Magazine Belgravia". Todo esto ya es un mérito para una mujer en esos años, pero es que además tuvo 6 hijos con John Maxwell. No fue una relación al uso, pues él estaba casado, su esposa se encontraba ingresada en un psiquiátrico y tenía 5 hijos. Vivieron juntos hasta que tras la muerte de la esposa pudieron casarse. Así Braddon se hizo cargo de los 5 hijos de él más los 6 que tuvieron en común, en total 11 hijos y a un ritmo de 3 novelas por año.

Los valores victorianos fueron estrictos, con un puritanismo exagerado por un lado y tolerando la prostitución y el trabajo infantil por otro. Lo habitual era que los matrimonios fueran concertados. El novio debía negociar con el padre de la mujer. Durante el noviazgo las familias debían ponerse de acuerdo en cuanto a la dote y se sellaba pasando por un notario. Normalmente matrimonio y amor no tenían nada que ver. Con suerte podía venir después, pero se consideraba más una forma de establecerse en un status social. 

La mujer casada dejaba de ser un individuo, debía obedecer al marido en un papel totalmente subordinado. En el código civil francés de 1804, el llamado Código Napoleón se "establece la superioridad absoluta del marido en la pareja y del padre en la familia, así como la incapacidad de la mujer y de la madre"  Este  planteamiento era el establecido mayoritariamente en los países occidentales. 

  Braddon junto a otros escritores coetáneos: Charles Reade, Wilkie Collins, Ellen Price Wood, Edmund Yates y Josep Sherindale Fanu impulsaron los derechos de las mujeres. Les llamaron "La trama poligámica" Todos ellos crearon personajes de heroínas de todo tipo desde las más peligrosas a las más intrigantes, pero todas fuertes. Quizá estos autores no pueden considerarse feministas vehementes en la lucha por los derechos de las mujeres, pero sin duda, sus personajes femeninos influyeron de alguna forma en la opinión de la sociedad victoriana. 

En Gran Bretaña se produjeron cambios positivos para las mujeres. En la ley "matrimonial Causes Act" de 1857 se contempló el divorcio judicial sin necesidad de pasar por el Parlamento de Westminster para obtenerlo. Eso ya fue un gran paso, pero  esta ley no era del todo justa para las mujeres, el adulterio de la esposa era suficiente causa para el divorcio, en cambio el adulterio del marido debía ir acompañado de abuso físico para ser valido. 

Tal como era la vida de las mujeres no es de extrañar que el movimiento feminista reivindicara el derecho de las esposas a disponer libremente de sus bienes sin necesidad de la tutela de sus maridos. Esto se consiguió en 1882 con la Ley "Married Women's Property Act" 

Mary Elizabeth Braddon fue una mujer innovadora que escandalizó a la encorsetada sociedad victoriana con su vida y su obra. Durante casi un siglo su obra permaneció practicamente en el olvido, hasta que fue rescatada y puesta en valor.